Mientras una fina lluvia caía minutos antes de las cinco de la tarde en Trintxerpe, Melchor salía a la proa de la embarcación ‘Gure Pasaia’ para saludar a cuantos esperaban a los reyes Magos en el muelle del Hospitalillo.
En el interior de esta nave de Itxas Zerbi, que capitaneaba Iñigo Alzua, también viajaban Gaspar, Baltasar y un grupo de pajes. Todos los reyes Magos fueron recibidos con gritos y expresiones de alegría por los más pequeños de la casa.
Los de Oriente completaron la singladura sin marearse ni sufrir ningún contratiempo. Minutos más tarde tomaban la decisión de suspender la cabalgata que habrían de llevar a cabo por las calles trintxerpetarras como medida de precaución ante la alerta naranja por lluvia decretada en la costa de Gipuzkoa. Eso sí, tras atender durante dos horas a los chavales, salieron al balcón de la Tenencia de Alcaldía para saludar y lanzar caramelos.